Los utilizamos (casi) a diario. Pero, ¿Sabemos las diferencias entre acondicionadores y mascarillas?
Su uso está tan extendido en la sociedad y tan interiorizado en nuestro cuidado capilar diario, que seguramente muchos de nosotros no nos hemos parado a pensar en qué se diferencian los acondicionadores y mascarillas. Y, por tanto, tampoco cuándo y cómo es mejor utilizar cada uno. “Porque lo cierto es que ni son, ni sirven para lo mismo. Aunque sí son complementarios” asegura el Dr. Lluis Berrocal, director médico de la Clínica de Transplante de Pelo Vila-Rovira.
Acondicionadores y suavizantes
“Son cosméticos capilares que compensan la falta de sebo natural”, afirma la Dra. Begoña Barros, directora quirúrgica de la Clínica de Trasplante Capilar de Instituto del Pelo Vila-Rovira. “Su función es recubrir el tallo capilar y cerrar las escamas para ayudar a desenredar, rehidratar y nutrir. Con su aplicación se obtiene un cabello con más brillo y suavidad al estar compuestos por una base cremosa a la que se adicionan proteínas y grasas naturales“. Sus efectos son inmediatos y al tener una textura ligera se pueden aplicar a diario.
Mascarillas
Su aplicación va destinada a reconstruir la parte exterior del cabello. “En ella están la cutícula y la capa hidrolipídica con lo que se refuerzan las defensas naturales del cabello. La elevada concentración de activos que incluyen sus formulaciones permiten una reparación en profundidad de la hebra capilar, por lo que se aconseja aplicarlas únicamente una o dos veces por semana“, nos cuenta el Dr. Berrocal.
Aunque sus beneficios están fuera de toda duda, la Dr. Barros señala que “sí que es necesario insistir en su uso de forma correcta y adecuando a cada tipo de cabello, siguiendo las indicaciones de cada producto. Si no lo hacemos así, el beneficio que se persigue no se obtiene e incluso pueden resultar perjudiciales”.
Precauciones de uso para acondicionadores y mascarillas
- No es necesario aplicar mucha cantidad de ninguno de los dos productos.
- En el caso del acondicionador, no se requiere de una exposición prolongada para lograr su efecto; en cambio, para la mascarilla sí es preciso dejarla actuar entre 5-15 minutos antes de aclarar.
- Es imprescindible un buen aclarado para evitar que queden residuos y que el pelo quede apelmazado. Se dice que el secreto de un buen lavado es un buen aclarado.
Acondicionadores y mascarillas: indicaciones para cada tipo de cabello
- Cabello mate y sin brillo: acondicionador para pelo seco con aceites hidratantes (almendra, oliva, argán…) + mascarilla una vez por semana.
- Para el cabello graso: imprescindible el lavado frecuente con un champú adecuado + uso de acondicionador o mascarilla sin acercarlos a la raíz del pelo.
- Cabellos normales: acondicionador suave (sobre todo en las puntas) + mascarilla una vez al mes.
- Cuando el cabello está estropeado y seco: mascarilla a diario hasta que se haya regenerado por completo.
- Para un cabello fino y sin cuerpo: crema de hidratación con cada lavado.
- Cabello grueso y abundante: puntualmente mascarilla hidratante en zona media y puntas.