Te presentamos dos tipos de aceites para el pelo fabulosos, el de argán y el de baobab, a los que no te vas a poder resistir por su altísima calidad y los numerosos beneficios. Muchas veces el trabajo y las prisas no nos dejan relajarnos y dedicar unos minutos a cuidar el pelo. Otras tenemos el tiempo pero no sabemos qué productos eficaces podemos utilizar.
A partir de hoy el desconocimiento ya no será un obstáculo y estamos convencidos de que buscarás un rato en tu apretada agenda para probarlos y no perderte ninguna de sus propiedades.
ACEITE DE ARGÁN
¿Cómo se obtiene?
El argán, también conocido como madera de hierro marroquí, es un árbol perenne nativo de suelos calcáreos y semidesérticos del suroeste de Marruecos. Su fruto es de color verde, parecido a la aceituna pero alargado, y en su interior encontramos unas semillas también alargadas que contienen el preciado aceite. Se obtiene con un prensado en frío para conseguir una calidad nutritiva superior convirtiendo el aceite de argán en uno de los aceites más caros del mundo. En Marrucecos es un artículo de lujo.
¿Qué propiedades tiene aplicado al cabello?
- – Restaura la fibra capilar.
- – Suaviza y protege al cabello desde la raíz hasta tallos y puntas sin engrasar.
- – Devuelve el brillo al cabello gracias a ejercer un efecto keratoplástico sin igual revelando sus tonos y resplandor natural al reparar la cutícula dañada, aportando vitalidad y sedosidad.
- – Mantiene el cabello completamente hidratado para mejorar la textura, manejabilidad, suavidad y brillo.
- – Acondiciona el cabello y evita que se vuelva quebradizo y apagado al exponerse a condiciones desfavorables. Aunque está indicado para todo tipo de cabellos, se aconseja en especial para cabellos secos y porosos.
¿Se puede enriquecer?
Aunque sus numerosas propiedades lo convierten en un producto muy interesante para utilizar solo, también es posible formularlo con otros ingredientes. Por ejemplo: el aceite de jojoba con una alta concentración de ceramidas que poseen excelentes propiedades lubricantes y acondicionadoras, la vitamina E o el filtro solar pueden enriquecerlo aún más.
¿Cómo se aplica?
Dosifica en las manos la cantidad de producto según las necesidades, frótalas y aplícalo sobre el cabello húmedo antes del secado o bien en las puntas con el cabello seco.
ACEITE DE BAOBAB
¿De dónde procede?
Se obtiene de las semillas del árbol de baobab, nativo del este y del sur de África, y ha sido utilizado durante siglos como parte del cuidado de la piel y del cabello, aunque realmente ha empezado a ser conocido en nuestro entorno hace relativamente poco tiempo debido entre otros motivos al mayor conocimiento y uso de otros aceites como el de rosa mosqueta o el de argán.
¿Qué nos aporta?
El aceite de baobab es un aceite natural 100% puro de rápida absorción que tiene un alto contenido de vitaminas A, D, E y F que se combinan para dar impresionantes propiedades para la piel y el cabello. Estas son las más destacadas:
- – Cualidades hidratantes.
- – Ayuda a regenerar y sanar el cabello quebrado.
- – Calma y suaviza la piel irritada.
- – Devuelve elasticidad a los tejidos.
- – Fortalece los cabellos secos y débiles.
- – Favorece la desaparición de escamas del cuero cabelludo.
¿Se puede aplicar en otras zonas del cuerpo?
Aparte de los beneficios que aporta a nivel capilar, también se puede usar en otras zonas. Por ejemplo: es apropiado para la cara, el cuerpo, los pies y las manos para recuperar la elasticidad e hidratación cutánea e incluso si lo aplicas en las uñas, las fortalecerá.
¿Cómo se recomienda usarlo en el cabello?
Aplica una pequeña cantidad por la noche sobre el cuero cabelludo limpio realizando un masaje hasta su completa absorción. Puedes envolver el cabello con una toalla para que no ensucie la almohada y déjalo actuar toda la noche. A la mañana siguiente, lava el pelo como lo haces de forma habitual.
¿Cuál de los dos aceites eliges? ¿O te quedas con ambos?