El trasplante de pelo, aunque mínimamente invasivo, no deja de ser una cirugía. Como tal, necesita un tiempo de recuperación. Por eso hoy te vamos a contar cómo afecta el injerto de pelo a la vida sexual (tranquilo, es cosa de poco).
Los días posteriores a la cirugía de trasplante de pelo son importantes para asegurar el éxito del procedimiento. El mismo día de la intervención podrás volver a tu casa. Pero deberás seguir al pie de la letra los consejos para cuidarte que te haya dado el equipo médico. Recuerda: no deja de ser una intervención quirúrgica. Y no queremos comprometer el resultado porque el pelo que nazca será para siempre. Por este motivo los primeros días se desaconseja el sexo.
Precisamente, el primero de los consejos tras el injerto es que los primeros días hagas reposo y sigas una vida tranquila. Por eso mejor esperar un poco antes de retomar la vida sexual.
Los días posteriores a la cirugía de injerto capilar, el paciente debe seguir algunas indicaciones relativas al descanso. Por ejemplo, dormir con la cabeza ligeramente elevada, evitando roces con la zona injertada. El deporte se desaconseja hasta las dos semanas posteriores a la cirugía (más si se trata de un deporte de contacto). Y ese es el plazo aproximado que se recomienda esperar tras el injerto para volver a la vida sexual habitual.
Por qué se aconseja esperar 10-15 tras el injerto para recuperar la vida sexual
Los motivos por los que tras un injerto se desaconseja retomar la vida sexual anterior al trasplante son similares a por los que se desaconseja el deporte. La práctica de estas actividades puede comprometer el desarrollo de las unidades foliculares que se hayan implantado. En los primeros días, aún no estarán plenamente enraizadas. De hecho, se estima que los injertos tardan entre 4 y 12 días en adaptarse a su nueva ubicación. Por eso se calcula ese plazo aproximado para abstenerse de mantener relaciones sexuales.
Debemos tener en cuenta que, como en el deporte, durante el sexo se producen ciertas situaciones que no son aconsejables tras un trasplante de pelo. El lógico y principal es el agotamiento físico. Y precisamente lo primero que prescribe el médico es el reposo, como parte indispensable de una buena recuperación.
Otra de las situaciones de riesgo es la que se refiere a la sudoración el cuero cabelludo. Está totalmente desaconsejada en la zona del injerto porque aumenta el riesgo de infecciones. Y es evidente que casi siempre sudamos al tener relaciones sexuales.
También existe otro riesgo durante el sexo y es la presión y el rozamiento involuntario de la cabeza que afecte a la zona del trasplante. Las unidades foliculares trasplantadas se verían dañadas y se podría alterar la implantación de los injertos.
Por último, con la excitación sexual, se incrementa la velocidad del flujo sanguíneo. Y también aumenta frecuencia cardíaca. Ambas situaciones pueden afectar a los injertos, que como decimos aún no estarán arraigados.