Cómo curar la alopecia areata

joven tiene alopecia areata y se mira en el espejo

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Curar la alopecia areata puede ser tarea complicada. Más que de curación, hablamos de la posibilidad de frenar la caída de pelo. Al tratarse de una enfermedad autoinmune, se presenta en brotes, sin periodicidad concreta. La buena noticia es que suele responder bien al tratamiento.

La alopecia areata es una patología en la que aparecen placas alopécicas. Pueden darse en cualquier parte del cuerpo, pero lo más común es en el cuero cabelludo y en la barba. Las zonas calvas tienen forma ovalada y lo habitual es que sean pocas, aunque a veces se llega a la calvicie total.

Es una forma de alopecia no cicatricial y tiene un origen autoinmune. Esto hace que no se pueda prever cómo va a evolucionar. En ocasiones el brote se mantiene solo durante meses y en otras puede prolongarse durante años.

Los tratamientos para curar la alopecia areata

Curar la alopecia areata no es posible hasta el momento. Pero hay dos buenas noticias: la primera es que se trata de una enfermedad reversible. Esto quiere decir que las placas alopécicas recuperarán el pelo en el futuro. A diferencia de otros tipos de alopecia, en este caso los folículos no se destruyen. 

La segunda es que los tratamientos suelen ser exitosos. Aunque no se pueda curar la alopecia areata, sí se la puede tratar. Se consigue frenar la caída e incluso recuperar el pelo perdido en las placas alopécicas. 

Los tratamientos consisten básicamente en administración de fármacos, fundamentalmente corticoides, bien por vía oral, tópicos o infiltrados.

También se utiliza Minoxidil, bien como tratamiento único o como coadyuvante. Este fármaco tiene la capacidad de prolongar la actividad de los folículos pilosos que no están dañados. Es el caso de la alopecia areata. Minoxidil revitaliza los folículos, los fortalece y son capaces de nuevo de producir pelo. Su administración puede ser por vía oral o tópica, en la clásica loción o en espuma.

En casos en los que la alopecia areata evoluciona durante mucho tiempo o está muy extendida, se valoran otros tratamientos como la inmunoterapia.

El origen autoinmune de este tipo de alopecia no cicatricial puede hacer que, de forma espontánea, se produzca una mejoría incluso aunque el paciente no esté en tratamiento. Aunque también puede darse el caso contrario y perder cabello durante un tiempo muy prolongado.

Cuando el cabello se recupera, en ocasiones es canoso, aunque lo habitual es que recupere su color normal cuando haya pasado un tiempo.

En todo caso, lo que no se recomienda para esta patología es el trasplante capilar. Habida cuenta de que se trata de una enfermedad autoinmune y que puede haber recaídas, no es la opción.

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