El paciente no siente ningún tipo de dolor. La anestesia en el trasplante de pelo permite asegurar que la intervención sea totalmente indolora. E incluso que el paciente esté relajado.
El trasplante de pelo es la mejor solución (y definitiva) en personas para quienes la alopecia es un problema. Ciertamente, es una intervención quirúrgica que se practica en un quirófano por parte de un equipo de especialistas. Sin embargo, no deja de ser una cirugía ambulatoria. Ese mismo día, el paciente vuelve a casa. Y el miedo al dolor, presente en muchas personas, tampoco representa un problema.
Para un trasplante de pelo no se aplica anestesia general, sino local. En la mayor parte de las intervenciones también se recurre a una sedación ligera del paciente. Así se consigue que todo el proceso se desarrolle sin dolor ni molestias.
Cómo se aplica la anestesia en el trasplante de pelo
Previamente a la intervención, el cirujano encarga que se practiquen una serie de pruebas preoperatorias. Estos tests son necesarios para asegurar que el paciente está en buenas condiciones de salud para ser intervenido y para administrarle la anestesia con seguridad. El médico debe conocer si existen enfermedades autoinmunes, patologías dermatológicas, problemas de coagulación o de cicatrización.
El día de la intervención, primero se procede a la sedación ligera. De entrada, eso evita que el paciente ni siquiera sienta dolor cuando se le administra la anestesia local. La persona se relaja y está tranquila durante todo el proceso quirúrgico. Incluso se altera ligeramente su percepción del tiempo, de modo que el procedimiento no se le hace tan largo.
A continuación, se procede a la administración de la anestesia local en forma de microinyecciones. Estas se aplican de forma localizada tanto en la zona donante de folículos como en la zona receptora. De este modo, la medicación consigue bloquear las terminaciones nerviosas del cuero cabelludo y así se evita el dolor. El efecto de la anestesia es inmediato.
La duración de la anestesia local es determinada. Pero la cirugía suele ser prolongada. En circunstancias normales, suele prolongarse de seis a ocho horas. Depende del número de folículos a trasplantar. Por eso, en ocasiones, puede ser necesaria la aplicación de un refuerzo anestésico durante la intervención.
Además de evitar el dolor en el paciente, la anestesia también permite a los cirujanos trabajar con total tranquilidad. En el delicado procedimiento de extraer las unidades foliculares es necesario tener la máxima seguridad, para no dañarlas antes de ser injertada en su nueva ubicación.
Sin efectos secundarios
El trasplante de pelo es una cirugía y, como tal, no está exenta de la aparición de posibles efectos secundarios. Sin embargo, no es lo habitual. No existen efectos adversos posteriores por la administración de anestesia local en el microinjerto, por regla general. Y en todo caso, como hemos dicho, siempre se practican primero pruebas preoperatorias, para certificar la salud del paciente.
En contadas ocasiones, puede aparecer un cierto edema en la zona de la frente y los ojos, a causa de la acumulación de los líquidos usados junto con la anestesia. Para evitar esto, se recomienda al paciente que mantenga la cabeza recta. Incluso que duerma con la cabeza ligeramente elevada los primeros días. Así evitará que los líquidos se desplacen hasta el rostro y aparezca la hinchazón. También se aconseja la aplicación de frío en la frente como medida preventiva para evitar la inflamación. En todo caso, si finalmente se produce, desaparecerá de manera espontánea en 48 horas.
Al contrario que con la anestesia general, el paciente puede marcharse a casa en el mismo día de la intervención. Eso le permite pasar el postoperatorio más tranquilo.
Postoperatorio sin dolor
Tampoco habrá dolor después de la cirugía de trasplante de pelo. Es habitual sentir un ligero adormecimiento en la zona de la cabeza involucrada en el microinjerto. También es posible la aparición de prurito (picor) en los días siguientes. Para eso se recomienda la aplicación de gel de aloe vera, que tiene acción antiinflamatoria, hidratante, cicatrizante y calmante. Igualmente se aconsejan los sprays de agua termal y agua marina. Mantendrán la zona hidratada y evitarán el picor.
Pero en todo caso son sensaciones llevaderas que no implican dolor ni exagerado malestar o molestias.
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