Perder pelo se relaciona con los genes y con cumplir años. Parece difícil pero,¿podemos hacer algo para frenar este proceso? Te contamos cómo retrasar la caída al máximo.
Seamos claros. Los genes determinan (desde antes de nacer) si un día seremos calvos. Esta alopecia, que se llama androgénica o androgenética, es la más habitual. Causa nueve de cada diez casos.
Sin embargo, no todo es cosa de herencia. Cumplir años provoca muy diferentes consecuencias en nuestro organismo. Y no todos nos gustan. Arrugas, flacidez corporal. Menos vigorexia. Y menos pelo. El cabello se va debilitando con el proceso de envejecimiento. Se hace más fino y, con el tiempo, se cae.
Ante este panorama, uno puede pensar que tenemos poco margen de maniobra. Sin embargo, no es así. Podemos influir en algunos factores para, por lo menos, retrasar la caída al máximo. Si se nos va a caer igualmente, que aguante el mayor tiempo posible.
Esto no se hace con magia. Hay tres consejos básicos para que nuestro pelo nos dure (al menos lo que nos tenga que durar). Y que no se caiga antes de tiempo. Pensemos que cada uno tiene entre 100.000 y 150.000 folículos en su cuero cabelludo. Situaciones como el estrés, la ansiedad o enfermedades metabólicas, endocrinas o digestivas pueden “despertar” ese gen de la alopecia que está latente. O si ya estaba despierto, pueden acelerarlo. Y aquí es donde podemos actuar con tres claves: buenos hábitos, dieta equilibrada y vida saludable.
Retrasar la caída al máximo: comencemos por la higiene
De entre los buenos hábitos que cuentan para retrasar la caída al máximo, podemos actuar (y con mucha mano) sobre uno de ellos: el lavado. Lo hemos explicado en otras ocasiones. No pasa nada por lavarse el cabello a diario. Ni por hacerlo solo una vez a la semana (este sería el mínimo). Lo verdaderamente importante es el champú que vayamos a utilizar. Preferiblemente, escoge uno con pH neutro, de uso frecuente y con bajo contenido en detergente.
Por si no te manejas con este del pH, un champú neutro sería el que tuviera un pH6 para pelo normal. Y si tu pelo es graso, mejor un pH8, más alcalino.
Si necesitas champú para alguna necesidad concreta (por ejemplo caspa), déjalo para uso exclusivo una o dos veces por semana, siempre alternándolo con el neutro.
Acondicionadores, sérums y mascarillas siempre son bienvenidas. El cabello necesita hidratación porque, si está seco, se rompe con facilidad y pierde su brillo natural.
Una vez limpio, el hecho de secarlo adecuadamente es importante dentro de los buenos hábitos para retrasar la caída al máximo. Puedes retirar el exceso de humedad con una toalla (mejor si es de microfibra), pero no frotes. En verano, si es posible, déjalo secar al aire. En invierno, los secadores están autorizados, pero siempre que lo utilices adecuadamente, para evitar los peligros del calor en el pelo. Y evita siempre los peinados muy tensos o estirando con el secador, para minimizar el riesgo de alopecia por tracción.
Come bien
La alimentación influye de un modo definitivo para retrasar la caída al máximo. Una dieta equilibrada y con los nutrientes adecuados, hará mucho por la salud del cabello.
Vitaminas, minerales y proteínas son indispensables. Y también la hidratación. Hay que beber agua todos los días, haga frío o calor. Hasta completar aproximadamente un litro y medio diario para los adultos. Si te cuesta beber agua a secas, las sopas, los caldos y las infusiones también valen para el recuento.
En el lado “oscuro”, los fritos, las grasas, los helados, el chocolate (en exceso), la cafeína y el alcohol son los que debes evitar para prevenir la caída.
Hábitos de vida
Junto a buenas rutinas de cuidado y alimentación sana, otros hábitos de vida son igualmente importantes. Entre ellos, por supuesto, la práctica regular de actividad física. Con esto no queremos decir que te hagas un loco del gimnasio.
Pero sí que abandones el sedentarismo todo lo que puedas. Ya sea evitando el transporte si se puede ir caminando o subir las escaleras aunque el ascensor esté en perfecto estado. Si además eres capaz de crear un hábito como salir a caminar a buen paso, bailar o practicar algún deporte, mejor que mejor.
Más allá del ejercicio físico, entre los buenos hábitos de vida hay uno que influye de manera definitiva en la capacidad de retrasar al máximo la caída. Y este es evitar el estrés.
Tratamientos preventivos
Más allá de incorporar estos hábitos en el día a día, si te preocupa la caída del pelo, te recomendamos que consultes con uno de nuestros especialistas para una valoración de tu estado de salud capilar. Hay muchos tratamientos preventivos que pueden ayudarnos, ya sea a mantener su buen estado o a frenar la caída. Entre ellos están las infiltraciones capilares, el plasma rico en plaquetas, o medicamentos como el Minoxidil.
