España es, año tras año, un país líder en donación de órganos. Esto hace plantearse la pregunta sobre si es posible donar pelo para un trasplante capilar de otra persona. Aunque técnicamente la respuesta sea sí, lo cierto es que los expertos ni lo aconsejan ni lo llevan a cabo. En este post te contamos por qué.
Son 29 años consecutivos los que España lleva a la cabeza del mundo como país con más donantes de órganos. El último dato, de 2020 y en plena pandemia, es de una tasa de 38 donantes por millón de población. Esto nos coloca muy por encima de la media de la UE, que es de 18,4 donantes por millón de población, según el informe del Registro Mundial de la Organización Nacional de Trasplantes en colaboración con la OMS, cuyos datos se recogen todos los años en la ‘Newsletter Transplant’ del Consejo de Europa.
Cabría esperar entonces que, a tenor de estos datos, muchos españoles estuvieran de acuerdo en donar su pelo para personas que lo necesitan para un trasplante. Sin duda, así sería llegado el caso. Pero lamentablemente, no serviría para nada. La cirugía capilar fracasaría.
El trasplante de pelo es una intervención autóloga. Es decir, solo puede realizarse si el donante y el receptor del cabello es la misma persona. Las unidades foliculares se extraen de la parte posterior y los laterales de su propio cuero cabelludo. Luego se implantan en las zonas alopécicas, donde acaba por nacer el nuevo pelo. Y, como ese material es del mismo paciente, no existe ningún riesgo de rechazo. Esos tejidos son reconocidos como propios por el sistema inmunológico. Los folículos simplemente se adaptan sin más a su nueva ubicación sin que el organismo reaccione en contra.
El riesgo de rechazo hace inútil donar pelo para un trasplante
Sin embargo el riesgo sí existiría si el pelo donado procediera de otra persona. Y explicamos por qué. Las unidades foliculares que se extraen son un material muy delicado. Al folículo en sí mismo le acompañan diminutas cantidades de tejido epitelial.
Si esas unidades foliculares se injertaran en otra persona, el organismo receptor podría identificarlo como un cuerpo extraño. En ese caso, su sistema inmunológico reaccionaría atacando como medio para defenderse. Eso supondría que la mayor parte de los folículos trasplantados no viviría. La operación con pelo de otra persona sería un fracaso.
Este riesgo también existe cuando hay un trasplante de órganos. Para minimizarlo, al paciente se le administra una medicación que deprime el sistema inmune. Hay entonces más riesgo de infección. Pero cuando se trata trasplantar un órgano, todos esos riesgos merecen la pena. Porque estamos hablando en la mayor parte de las ocasiones de salvar una vida. Sin embargo, en el caso del trasplante de pelo no es así, porque se trata de una operación estética.
El riesgo de rechazo aparece incluso aunque el cabello fuera donado por un familiar directo. Pese a compartir material genético, siempre existen diferencias. Incluso si un gemelo quiere donar pelo para un trasplante de su hermano, el riesgo de reacción inmunológica existe.