La prolactina es una hormona producida por la hipófisis anterior, una glándula de pequeño tamaño que se encuentra localizada en la base del cerebro sobre una estructura ósea llamada “silla turca”.
Se encuentra presente en pequeñas cantidades en los hombres y mujeres no embarazadas y sus niveles están normalmente elevados durante el embarazo y tras el parto ya que su principal acción es la de estimular la producción de leche tras el embarazo durante toda la lactancia y junto con los estrógenos y la progesterona estimulan el desarrollo de la glándula mamaria.
Los valores normales son 2-18 ng/ml para hombres, 2-29 ng/ml para mujeres que no están embarazadas y 10-209 ng/ml para mujeres embarazadas.
Podemos encontrar valores altos de prolactina en las siguientes situaciones:
1) De forma fisiológica durante el embarazo, tras el parto y la lactancia.
2) Niveles anormales por el tratamiento con fármacos (estrógenos, antidepresivos tricíclicos, tranquilizantes, algunos antihipertensivos…), traumatismos o irritación de la pared torácica, enfermedades del hipotálamo, hipotiroidismo, enfermedades renales, síndrome del ovario poliquístico, otras enfermedades y tumores de la hipófisis como los prolactinomas.
3) Temporalmente por estrés físico o emocional, comidas ricas en proteínas, estimulación mamaria intensa, examen de mamas reciente, ejercicio reciente…
En estas situaciones, ¿es posible relacionar la tasa de prolactina alta o hiperprolactinemia con la alopecia?
Realmente hay pocos estudios publicados hasta la fecha que aborden este tema y la mayoría no consideran la prolactina como factor determinante en la pérdida de pelo o alopecia.
Sin embargo un estudio publicado en enero de 2012 por el Dr. Gerard Lutz en la revista Dermato-Endocrinology con 40 mujeres de las cuales el 82,5% presentaba pérdida difusa de cabello y el 17,5% tenía alopecia androgenética sí que llegó a vincularlos. De acuerdo con los resultados de este estudio, los niveles moderadamente elevados de prolactina no influyen en el patrón de caída mientras que niveles de prolactina elevados sí que tienen un efecto inhibidor sobre los folículos pilosos humanos.
De todas formas, a día de hoy, la mayoría de dermatólogos, endocrinólogos y ginecólogos no relacionan hiperprolactinemia o prolactina elevada y la alopecia o caída de pelo, por lo que no hay el consenso a nivel de especialistas y profesionales que sí despiertan en relación a la alopecia otras hormonas tales como los estrógenos y sobretodo los andrógenos testosterona, androstendiona y dihidroepiandrostendiona.