El ciclo vital del pelo tiene tres fases, una fase de crecimiento, una fase de caída y una fase de reposo.
La fase de reposo, tiene una duración estimada de tres meses en que todo está vivo pero en estado latente. Pueden ser dos meses y medio, pueden ser tres meses un medio pero una media de tres meses. En el cuerpo medicinal no existen los tiempos exactos.
Para completar un ciclo entero de todos los pelos trasplantados estimamos 9 meses, si añadimos el crecimiento de los últimos en activarse, hablamos de 1 año, pero los que hemos cogido en fase de crecimiento son los primeros en crecer por lo que los signos visibles son a los tres meses. Otros quedan latentes realmente en la fase de reposo otros tres meses, y los que estaban cayendo tardan un poquito más en entrar en esa fase de reposo. Realmente no podemos estudiar microscópicamente en qué fase está cada pelo injertado.
Por ello, tras la operación, revisamos al paciente a los tres meses que es cuando le empieza a crecer el pelo, a los seis meses que la mayor parte crece entre el tercero y sexto mes, pero siempre siguen creciendo en ciclos de estos tres meses, a los seis meses, a los nueve.
Para empezar a valorar el resultado del trasplante tiene que ser al noveno mes. Ya han pasado los tres ciclos y con toda probabilidad prácticamente todo el pelo que tenía que crecer ya ha despuntado.